Leonardo da Vinci. La dama del armiño. Museo Czartoryski. Cracovia Se llamó Cecilia Gallerani y fue amante de Ludovico Sforza, conocido como "el Moro", duque de Milán en los últimos años del siglo XV y en los primeros del siglo XVI, hasta su muerte en 1507.
Cecilia fue amante de Ludovico con sus 17 años espléndidamente misteriosos y llenos de inteligente y contenida belleza, que muestran su sensualidad desde la eternidad que le confirió ser la protagonista de uno de los principales retratos de la historia de la pintura.
Ludovico creyó poseerla, como ella al armiño que acaricia su mano izquierda.
Con la piel de los armiños se hicieron los mantos de los reyes y poderosos durante siglos. Con la piel de Cecilia jugó el Moro. Pero con su mente no jugó nadie. Tan solo el gran Leonardo se acercó a ella, y cuando creyó entrar en su laberinto, la retrató para que nosotros, transcurridos quinientos años, podamos prendarnos de ella como Sforza, y como quizás todo Milán.
La dama del armiño, fue comprada por Adam Czartoryski, antes Cecilia fue comprada por Ludovicco el Moro a su manera. Pero sólo Leonardo, con suaves tonos de color, tenues luces en claroscuro "sfumatto", y su sabiduria para entender a esta mujer y a su armiño, consiguió inmortalizar a la joven milanesa.
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